Es un hecho que a más de dos años de iniciada la pandemia muchas cosas han cambiado.
La crisis sanitaria no solo ha afectado la vida cotidiana, sino el flujo de trabajo y producción en los sectores que aportan a la economía nacional, tales como el sector inmobiliario y de bienes raíces, que se enfrenta a una época de transformaciones.
El mercado inmobiliario, uno de los más afectados, se encuentra ante un estimulante desafío: afinar la flexibilidad, la creatividad y prepararse para encontrar la configuración ideal que haga que los espacios funcionen y puedan responder rápidamente ante la naturaleza cambiante del mundo.
A los efectos post pandemia de la economía se sumaron durante este año las consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania que ya ha provocado una inflación regional y contracción económica, poniendo además en riesgo la seguridad alimentaria, observándose un aumento de los fletes, del petróleo y sus derivados.
Es decir, pasado lo peor de la pandemia, la guerra ha afectado nuevamente las cadenas de suministros globales y, por lo tanto, la disminución del comercio mundial.
Sin embargo, desde que se logró controlar la pandemia, Latinoamérica y el Caribe han empezado a dar señales de reactivación económica. Se prevé que para este año, ambas regiones registren una tasa de crecimiento de 1.8%.

¿ES MOMENTO DE INVERTIR?
Con respecto al comportamiento de los compradores en el ámbito inmobiliario, las cifras demuestras que es un momento oportuno para dar un paso de inversión.
Esto se debe a que tanto los precios de venta como los de alquiler han disminuido desde antes de la pandemia por el exceso de oferta que no era acompañada por la demanda que existía. Los precios que ya habían caído alrededor de un 30%, luego de la pandemia se han reducido en un 15% adicional.
Esto convierte a este momento en una buena oportunidad para que los inversionistas y los consumidores puedan comprar o alquilar una propiedad.
Quienes han mantenido su trabajo y contaban con ahorros, están aprovechando que las tasas de interés de los créditos hipotecarios han llegado a niveles históricamente bajos.
Y esa caída en la tasa de interés ha sido el principal combustible que impulsó este fenómeno de ventas en varios países.
CAMBIOS QUE LLEGAN CON LA REACTIVACIÓN
Si bien se espera una disminución en las tasas de desempleo, los especialistas en materia laboral instan a las personas a que se sigan capacitando para obtener más oportunidades de trabajo y se beneficien de la reactivación económica.
Este año está determinando la reactivación y el fortalecimiento del sector en el país, siendo los espacios de oficinas recursos más flexibles y considerando que los proyectos de viviendas deberán incluir una visión de trabajo en casa, así como de relajación familiar.
La flexibilidad de los espacios en las oficinas se volvió fundamental, al grado de que los edificios que por sus características o antigüedad no se puedan adaptar a las necesidades de las empresas, se verán afectados.
Ganan en preferencia los espacios más abiertos y oxigenados, y los ambientes adaptables para virtualización de las reuniones.
El haber experimentado una pandemia nos ha dejado enseñanzas a nivel laboral, rompiendo el paradigma de que el trabajo sólo se puede hacer en la oficina central. Empresas de todos los niveles entendieron que habían estado usando sus oficinas de una forma que tal vez no era la más eficiente.
Un resultado del aislamiento fue la reducción de espacios y gastos de operación durante la crisis global.
Ahora bien, según las tendencias, las oficinas están lejos de desaparecer.
La demanda de espacios crecerá, la clave está en identificar el tipo correcto de oficina, operando de la manera adecuada.
Prosperará el espacio corporativo que catalice las habilidades de los equipos de trabajo, que propicie el networking y que permita que las personas sean felices, saludables y productivas.

LA ÚLTIMA MILLA: QUÉ ES Y POR QUÉ ES IMPORTANTE EN LOGÍSTICA
La última milla, conocida también como distribución capilar, es una gestión de transporte de paquetería centrado en el último trayecto que ha de realizarse en la entrega final. Es decir, suele corresponder al trayecto que se hace una vez se han agrupado una serie de paquetes y que luego se distribuyen en la ciudad.
De ahí que se refiera a última milla por ser el último trayecto que lleva el producto directamente al cliente o distribución capilar porque dentro de la ciudad los repartos se realizan en diferentes zonas o ramificaciones.
El sector logístico ha demostrado ser crucial durante la crisis sanitaria; la cercanía con el cliente ha sido clave para poder garantizar la distribución de pedidos, esa “última milla” convertida hoy en una de las más importantes ventajas competitivas para el retail, ya sea físico u online.
Las ciudades han tenido que fortalecer no sólo los centros urbanos, sino también la periferia. La ausencia de grandes naves de almacenamiento fuera de las ciudades y de espacios menos ambiciosos dentro de las mismas, obliga a buscar fórmulas novedosas para satisfacer a los consumidores en el menos tiempo posible.
En este sentido, Centro Logístico Dos Caminos cuenta con galeras espaciosas ubicadas en sitios estratégicos de la ciudad. Haz click aquí para obtener más información.
Los tiempos post pandemia nos han dejado enseñanzas que podemos poner en práctica antes de elegir los espacios para nuestra nueva oficina o empresa, teniendo en cuenta los cambios de comportamiento, medidas de seguridad y los nuevos aspectos que cada cliente tiene en cuenta a la hora de alquilar o comprar un inmueble.
Si estás en la búsqueda de un lugar para vivir o estás interesado en alquilar o comprar una galera, en Inversiones 3000 tenemos ambas cosas. Para mayor información, solicita una asesoría gratis.